«Autoretrato»

Comienza uno de mis libros preferidos, estamos en el año 1996. Aún hoy me estremezco al ver algunos de esos dibujos, probablemente por la intensidad del momento y es por su autenticidad que por ellos los adoro. Hoy en día soy de las que pienso que la vida da muchas, muchas vueltas y que las palabras «siempre» y «nunca» son igual a nada, pues no tienen sentido al ser utópicas, pero ya les digo que esto no es más que mi propia experiencia.
Hay momentos bajos y altos en nuestras vidas y en ocasiones (para algunos) es necesario tocar fondo para poder ver una pequeña luz que con esfuerzo y paciencia va cobrando más fuerza, hasta que sales de esa corriente que te ha arratrado casi sin saberlo y respiras de nuevo pensando:
¡La próxima vez te veré venir!
Esto me trae recuerdos de cuando era niña y me divertía queriendo tocar el fondo del mar y de la piscina, una vez alcanzado, apoyaba firmemente mis pies y así lograba subir a la superficie con mayor impulso y rapidez. Y así fue, hasta que no llegué al fondo no supe salir y creer que ya todo sólo podía ir a mejor.
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«Ahhhhh»
Evidentemente en las imágenes de este libro aún estoy bajando..

» Autoretrato» (img. izqd.)
Formas que se estremecen en la maleza y un personaje teatral.

«El uno y su otro yo» sentados en la cama.

«Pez en las entrañas de un bosque»
Mientras los troncos simulan barrotes o espinas que lo atrapan.

«El muro»
del cual surgen formas y personajes extraños atrapados en él.

«Las caras de lo oscuro»
acompañado con otra imagen sobre el deleite que produce «Una pequeña flor».

Muchas de las imágenes del libro aparecen del revés o bien colgadas de una línea a modo de tendedero o de marioneta, como las que aquí se ven….

«Buahhhh»

Continuará….

1 comment

  1. 21 diciembre, 2008 at 11:37 Nuria Meseguer

    me acuerdo de estas ilustraciones…qué buenas son! a mí también me ha dado un flashback!!!

    bs!

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