victoria- patricia delgado

«Victoria»
1996
(punta seca, aguafuerte, aguatinta)

Esta sección pretende explicar, de manera descriptiva, el proceso completo de realización de un grabado. El grabado impregna todo lo que toca por una magia única, con ella se consiguen las líneas más finas, intensas y profundas, inigualables mediante el uso de otros medios. El término grabar tiene sus raíces en los orígenes del hombre, fruto de la necesidad de comunicarse con los demás y su deseo de crear una incisión perdurable sobre una superficie, ya fuera piedra, metal, barro o arena. Cuando esas incisiones, o sea, el acto de grabar sobre una superficie, llegan a ser reproducidas con exactitud sobre otra superficie (papel), es cuando se comienza a hablar de grabado de reproducción. Es por ello, que el nacimiento del grabado está a su vez ligado a la aparición del papel. Diferenciaremos dentro del grabado de reproducción las siguientes ramas: grabado en relieve, grabado en hueco y las técnicas planográficas. Todas estas técnicas tradicionales, tras el invento de la fotografía y más tarde el perfeccionamiento de los procedimientos fotomecánicos, utilizadas hasta entonces para la multiplicación de la imagen, se verían relegadas, sin llegar a desaparecer, a un uso particularmente creativo y de desarrollo personal del artista. A partir de este momento el grabado de reproducción pasará a ser grabado de creación o de estampa original. Con el tiempo, la aparición de nuevos productos y materiales desarrollados por la industria, motivarán nuevas investigaciones por parte de numerosos artistas en la búsqueda de nuevas posibilidades creativas. Ejemplos de estas nuevas técnicas experimentales son el collagraph, el metal print, el carborundum, el cellocut…y con los años, nuevos conceptos como la estampa digital. Nos centraremos en esta sección en el huecograbado, técnica que domina la mayoría de mis creaciones en obra gráfica. EL grabado en hueco, al contrario que en el grabado en relieve, consiste en introducir la tinta en las tallas o incisiones que se han generado en la matriz o plancha (tradicionalmente cobre o zinc). En este caso la imagen grabada queda en negro y las zonas en relieve que han quedado vírgenes se traducen en blancos. Este procedimiento tiene su origen en el grabado al buril sobre plata que realizaban los orfebres es los siglos XIV y XV.

El potencial del grabado en metal es tan amplio como la cantidad de medios para actuar en él.Según la manera de intervenir en la plancha encontramos:

Los procedimientos en seco o directos: los cuales engloban todos los métodos de

"amistad" (detalle)

«amistad»
(detalle)

intervención directa sobre la plancha de metal, a través de las diferentes herramientas, como la punta seca, el buril, las ruletas y el rascador; así como la media luna y el bruñidor. La punta seca es una línea directa que deja un rastro aterciopelado, producida por la rebaba en sus borde del metal, como cuando hundes un dedo en la arena y esa arena que apartas de queda en los bordes creando un relieve.

Los procedimientos indirectos: básicamente se les da este nombre cuando se interpone un agente abrasivo como el ácido nítrico, el mordiente holandés, el percloruro de hierro, etc. para la creación de líneas, generadas por los mismos utensilios mencionados en los procedimientos directos, levantando el barniz que primeramente ha sido aplicado sobre la plancha y para la creación de calidades tonales el uso del aguatinta con sus respectivas variantes: a la resina (colofonia), al azúcar, al betún de judea, con spray etc. que cubrirá la plancha generando una película antes de ser utilizado cualquier agente abrasivo, por último los barnices blandos que dan lugar a trazos y texturas generados por elementos que dejen su huella, como hojas, telas, etc .

En la imagen de «aseo» puedes ver una línea limpia tal cual la dibujamos sobre el barniz, es muy fina y con gran detalle. El grueso de la línea y su tono en una trama, dependerá del tiempo de su exposición en el mordiente, a mayor exposición más gruesa más obscura, a menos tiempo, más fina, más gris. En «suceso», el aguafuerte corresponde al punteado más oscuro, realizado manualmente sobre el barniz y el aguatinta es ese tono gris aplicado finamente cuyo punto es casi imperceptible

«aseo» detalle

«suceso» (detalle) aguafuerte, aguatinta

Pasemos a describir el proceso que realizo para la elaboración de un grabado. Como agente abrasivo, actualmente utilizo el cloruro férrico para morder las planchas de cobre y el ácido nítrico para las planchas de zinc. El ácido nítrico desprende vapores nocivos que se condensan en la zona de trabajo a no ser que cuentes con una buena ventilación y su acción con el cobre se multiplica; además le afecta la temperatura ambiente y según la estación del año esto es un contratiempo, al menos en donde yo vivo. Les habrá llamado la atención la palabra «morder» se llama así a la acción del ácido o sal que corroe o «come» el metal. En Percloruro de hierro, por ejemplo, es también conocido como Mordiente de Edimburgo. El cobre como matriz para un grabado, es más duro que el zinc, permite una mayor tirada de la plancha (su edición en papel) y se puede realizar en él muy finas líneas, pero en contra las calidades tonales son más difíciles de conseguir que en una plancha de zinc. El zinc, en cambio, es más blando, genera menos toxicidad al ser mordido por el ácido nítrico, es más sencillo conseguir en él diversas calidades tonales, pero su tirada siempre será menos a la de una plancha de cobre. así que dependiendo el fin y las ganas elegiremos el metal a grabar. El precloruro de hierro, Fl 2 Cl 3, no es un ácido es una sal, una de sus mayores aplicaciones es en electrónica, en muy pequeñas dosis para realizar los circuitoscloruro ferrico3 impresos, en nuestro caso, necesitaremos grandes cantidades de ese material hasta llenar la cubeta a usar. Cuento con alguna anécdota a la hora de quererlo comprar, una terrorista parecía y es que necesité muchos botes de estos para conseguir 4 litros. Aquí fotografié la información que trae para el que esté interesado en leerlo.

percloruro de hierro

El cloruro de hierro, se vende así en forma de pepitas de oro, muy monas ellas pero hay que protegerse bien para poderlas manipular, manos y vías respiratorias, además dónde cae una, mancha sin remedio. La formula que utilicé fue de 2400gr. x 1 litro de agua, con ello consigues una disolución a una densidad de 45º Be (beaumé). Este es el pesa ácidos, que en este caso ha de ser para líquidos más densos que el agua, con él mediremos su densidad.  Si por ejemplo te interesa que muerda

cloruro liquido1más, por ejemplo la requieres a 40º Be, para ello se le añade un poco más de agua. En cambio con el ácido nítrico a más cantidad de agua, más débil será la mordida por el agente. Por cierto, hay más factores que influyen en este tema de la «mordida», aquí no los cito porque no viene a cuento, así que por favor ni se les ocurra a ciegas y sin más información que ésta a ponerse a probar con ello.

A continuación vamos con la plancha, normalmente empleo el cobre. Desde 1998 he recortado mis planchas por una historia que surge a raíz de unos recortables de mi infancia, así que me he ido haciendo con diversos materiales, cómo sierrautensilios de corte, tijeras, una cizalla…para recortar el metal y darle la forma que deseo. Ahí está recortada. Otro paso importante es rebajar los bordes, esto recibe el nombre de «biselar». El bisel tiene esto doble función, la primera y clave es que permitirá desplazar la plancha sin problemas bajo el rodillo del tórculo a una gran presión presión y segundo que no corte o rompa el papel como los fieltros que cubrirán a modo de «IMG_8727cama» la plancha. Lijamos y pulimos la plancha, con lijas de agua que vayan de menor a mayor numeración desde 400,600,800,1000, a 1200. Si nos interesa que quede como espejo porque nuestro trabajo requiere conseguir blancos puros o que no aparezca ni una sola línea extra que no haya sido dibujado por nosotros. Entonces damos paso al alambrillo y después usas u abrillantador; los clínex son muy suaves y con «rinci», una pasta abrillantadora para como espejometales, se quedan vamos impecables. Pero ya les digo este nivel de pulido dependerá de cada uno y del nivel de exigencia de la image, en mi caso que muchas son miniaturas y de gran detalle, no me queda otra que currármelo bien.   Voilà se! ahí está, como un espejo, ahora el siguiente paso será el proceso de mordido.

Antes de comenzar la mordida de una plancha en grabado, esta debe de estar dibujada

planchas con sin barnizA la derecha tenemos un ejemplo de una plancha de cobre en crudo medianamente trabajada con las lijas y a la derecha la plancha de cobre cubierta por una fina capa de barniz.

La línea gris que vemos en ella, está realizada con papel calco, ésta nos ayudará a delimitar la zona a dibujar.

El barniz utilizado para grabar es el negro satinado lamour (líquido), se aplica con un pincel suave y flexible, una vez seco podremos comenzar el dibujo. Hay otros tipos de barniz para grabar, el duro de bola idóneo para la primera vez que se trabaja la plancha (al no ser líquido requiere otro proceso de aplicación en la plancha) y, por último el barniz blando que al secarse lentamente, se mantiene flexible mayor tiempo y nos permite la impresión de hojas, encajes y materiales con calidades susceptibles de ser impresas en él.

proteger bordes y bancosAquí podemos ver un detalle del proceso de dibujo, un punteado sobre el barniz ejecutado con una herramienta que se llama crible o punteador de acero. El abanico de variantes posibles dentro de los aguafuertes es amplio y depende igualmente del registro de cada uno como dibujante.

Una vez dibujada la plancha y lista para la mordida, es importante cubrir con barniz de retoque las zonas que queramos que queden vírgenes y que no sean corroídas por el ácido o el percloruro de hierro.

punteado detalle

La propiedad de este barniz «de retoque» es que es más duro, obscuro, brillante y

mordida cubeta

resistente al rallado, por lo que se utiliza tan sólo para cubrir y proteger zonas. Una vez listo el trabajo, lo sumergimos en el percloruro de hierro, éste es su aspecto y color una vez líquido.

En la mordida, al no tener una cubeta vertical (la ídónea para el mordiente de Edimburgo) sino una horizontal, debemos mover la plancha constantemente o bien colocarla boca bajo sobre unos tacos en sus extremos que algunos substituyen por unos puntos de silicona sobre su superficie. Su causa, son las partículas que componen al percloruro que reposarán en las tallas de la plancha si no la movemos obstruyendo éstas, y, cómo resultado, nos quedaría una mordida irregular o simplemente nula.

tabla

El tiempo de exposición de la plancha en el mordiente o corrosivo, dependerá de una tabla de tiempos por minutos que realizaremos según la densidad de nuestro mordiente y del tipo de línea que hagamos. Según el tono que deseemos para las líneas, se le aplicará más tiempo de exposición para las líneas más obscuras y menos tiempo para las líneas grises. Las líneas grises las iremos cubriendo con el barniz y el resto la seguiremos mordiendo, sumando el tiempo adicional al ya expuesto.

Una vez mordida la plancha, la retiraremos de la cubeta y eliminaremos el mordiente con agua. Primeramente, la introduciremos en una cubeta con agua y vinagre, tan sólo unos segundos, para evitar su oxidación y seguidamente en otra, tan sólo con agua, hasta retirar todo los residuos del percloruro.

lineas mordidas

Retiramos el barniz para ver lo que hemos grabado.

barniz retirar

Es importante insistir para eliminar bien el barniz.

eliminado el barniz
Puede quedar algún resto en las tallas, por lo cual, no es de extrañar que la primera prueba de estado que saquemos de ella, no quede del todo bien o tan nítida como la segunda. En caso de no quedarnos contentos con el resultado y necesitemos obscurecer o mejorar zonas inacabadas, volveremos a cubrir la plancha con el barniz lamour y repetiremos el mismo proceso.

Este proceso de mordida se repetirá tantas veces como se considere.

plancha grabada

Una vez acabada la plancha, comienza el estampado. Este es realmente otro oficio, el estampar, con el tiempo aprenderemos como según la imagen realizada, el color a elegir, la elección del papel y su limpieza y acabado influirán definitivamente en el resultado final del grabado y su impresión.

Prepararemos los tonos elegidos para la imagen que pensemos editar, con suficiente cantidad para la tirada.

tintas

Tras unas pruebas de color, decidí realizar la imagen en varios tonos ya que la disposición de ellos es seriable y me permiten realizar una buena edición.

entintando plancha

Utilizaremos la tarlatana para introducir la tinta profundamente en sus tallas y seguidamente al mismo tiempo retirar los excesos de tinta con otra tarlatana aún limpia. A continuación se sigue la limpieza con papel de guía telefónica y por último con papel de seda, el cual nos permitirá sacar las luces y blancos necesarios.

penetrar tinta tarlatana

Este paso de aplicar el color se realiza en cada impresión.

Cuando pensemos en realizar una edición. Recomiendo se prepare la cantidad de papel a imprimir dos días antes de la edición. Debemos pensar que cantidad somos capaces de imprimir por día. Para ello se moja una parte de los papeles en agua, se escurren bien y sobre un plástico que puede ser una bolsa de basura, pondremos uno mojado y otro seco. A la hora de apilarlos evitaremos posibles burbuja de aire entre los papeles. La pila de papel la envolvemos en una bolsa plástica, evitando cualquier arruga y los dejaremos prensados durante dos días con un cristal o plástico encima, ejerciendo algo de presión. El papel estará en su punto, sin necesidad de interrumpir el ritmo de entintado. El papel puede estar algún día más en el plástico pero siempre estaremos alerta, de que en ese caso, no veamos ningún síntoma de mohosidad.

 He aquí el resultado final:

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