Nara se define así mismo como artista Pop.
Bajo su reclamo de “rebelión” su trabajo se mueve bajo dos polos opuestos.
Sus dibujos, pinturas y esculturas se balancean bajo una singular tensión entre melancolía y agresividad en un estilo fuertemente influenciado por el rock, el punk y los cómics manga.

Sus infantiles imágenes son el retrato traumático de un tiempo que parece haberse perdido para siempre. La ilusión de la infancia y la inocencia bordan la trama de sus delicadas imágenes.

Sus distintivos más evidentes en sus obras son los niños y los perros como podemos apreciar, los cuales nos muestran su potencial peligro bajo una apariencia inocente. En ocasiones son figuras dulces y amables y en otras son maliciosas y teatreras.

Su obra se mueve en los distintos niveles culturales, así como muestra su pasión por la cultura popular de la sociedad japonesa.

Esta es la portada del libro (imagen superior) que adquirí hace ya unos añitos, el mismo día que por primera vez vi una enorme cabeza de niña (foto inferior) de Yoshitomo Nara. Se encontraba por entonces en el parque de esculturas al aire libre, El Middelheim en Amberes, Bélgica. Por entonces era una exposición temporal pero finalmente se puede disfrutar de ella, si mal no recuerdo en la ciudad de Mortsel, ubicado a las afueras de Amberes.

Espero que haya despertado la curiosidad de alguien, por este artista que a mi me enamoró desde el primer momento.

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